El recién removido ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta
Domínguez, dirigió la cartera y el Sistema Eléctrico Nacional, incluida la
empresa Corpoelec, durante los años 2015-2019, años en los que se presentaron
los mayores problemas, relacionados a las fallas y apagones nacionales.
Su principal argumento ante los constantes apagones y
problemas relacionados al suministro de energía eléctrica en las comunidades,
fue la hipótesis de los constantes “saboteos”. En reiteradas ocasiones mostró
cadáveres calcinados enredados en tendidos eléctricos, a los que sin una previa
investigación, acusaba de generar saboteos.
A pesar de que Motta Domínguez expió sus culpas a través de
la hipótesis de los “saboteos”, un discurso que caló muy bien en el
inconsciente de cierto grupo y por parte del régimen de Nicolás Maduro, no
impidió que fuera removido luego de varios apagones que dejaron al país a
oscuras durante varios días.
En esta oportunidad, también se acusó al gobierno de Estados
Unidos de producir “ataques electromagnéticos”, para sabotear la Central
Hidroeléctrica Simón Bolívar, mejor conocida como Guri.
Motta Domínguez está relacionado a dos personajes, a quienes
se les acusa de ser sus testaferros personales, Jesús Veroes y Luis Alberto
Chacín, fueron acusados este año en un juzgado estadounidense, en el estado de
Florida específicamente, de lavado de activos.
Veroes detalló que habían enviado 500 transformadores que no
eran compatibles con el Sistema Eléctrico Nacional, una decisión que generó al
Estado una cuantiosa pérdida, en donde se vieron beneficiados unos pocos, a
partir de un fraude.
Veroes fue
detenido el 14 de marzo de 2018 en el Doral, Florida, tras recibir $20 millones
en contratos de Corpoelec.
La investigación señala que
Veores y su socio Luis Alberto Chacín Haddad vendieron al Estado venezolano
transformadores, generadores, montacargas y bombillos. Solamente en el caso de
40 montacargas comprados en Emiratos Árabes Unidos, Veroes y Chacín obtuvieron
un sobreprecio de 300%. Mientras que por los bombillos Corpolec firmó un
contrato de $5,7 millones, de los cuales canceló cerca de $4,5 millones.
Así es como durante la
gestión de este nefasto ministro, se produjeron las mayores malversaciones de
dinero que conoce la historia de la corrupción en Venezuela. Ahora se sufren
las consecuencias de las malas decisiones, cuando vemos sectores, comunidades y
estados enteros sin el servicio eléctrico.
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