Táchira no ve luz con los largos y reiterados apagones


Resulta muy cuesta arriba pensar en progreso, estabilidad, bienestar y desarrollo cuando los apagones continúan interrumpiendo y amenazando la vida y la tranquilidad de los venezolanos.
Tal es el caso de los tachirenses, quienes todavía no divisan en el horizonte alguna posibilidad de volver a la normalidad en su quehacer diario.

A lo largo de la semana pasada se reportaron cortes continuos de dos y tres horas, en racionamientos al día de seis veces en intervalos de cada una hora con la consecuente pausa forzosa en la industria, comercio, administración y servicios.

Los municipios Libertador, Fernández Feo y Torbes fueron sometidos a cortes de 9 y 12 horas, en la zona norte desde Lobatera, Michelena, Ayacucho y Panamericano registran el mismo horario, mientras a Cárdenas, Guasimos y San Cristóbal les mantienen suministro con la nueva restricción de cada 2 horas.

Los apagones en San Cristóbal sectorizados certifica la pésima gestión de soluciones al Sistema Eléctrico Nacional, porque los anteriores bloques de seis horas ahora son más cortos, pero, muy seguidos y es peor para la vida útil de los electrodomésticos, equipos de trabajo, maquinaria y las instalaciones médicas padecen por las emergencias que ocasionan en las personas que viven por estar conectados a máquinas.

Una realidad que no varía en estados como Zulia, Mérida, Trujillo, Apure y Barinas, vulnerando cualquier posibilidad de restablecer la normalidad en el sector productivo, las comunicaciones y los servicios de este pujante y valeroso estado fronterizo.

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