Trujillo se debate entre colas y apagones

La hermosa y apacible cotidianidad de los trujillanos ha sido alterada negativamente desde que el suministro eléctrico aparece y desaparece indefinidamente como por obra del azar.

Nada más el fin de semana pasado, el municipio Rafael Rangel, se vio afectado por un corte de electricidad de 12 horas, repitiéndose el domingo.

 Los cortes de electricidad también afectan el suministro de agua en la población de Betijoque, pues las bombas del Acueducto local no funcionan si no cuenta con fluido eléctrico, por lo que cuando no hay electricidad no hay bombeo del preciado líquido hacia los estanques principales, situación que deben resolver la Alcaldía, la Gobernación o Hidroandes adquiriendo un motor que produzca electricidad cuando falla el fluido de Corpoelec.

Junto a las largas jornadas sin luz, la parroquia del Venerable José Gregorio Hernández y calles de Betijoque padecen colas interminables para todo, debido en gran parte a la escasez de gasolina que no termina de llegar en forma suficiente, motivada a la crisis que está viviendo Pdvsa, crisis que castiga a los dueños de vehículos que no pueden proveerse del indispensable combustible para sus carros.

Entretanto, se han venido reportando fallas en el servicio eléctrico que alimenta a todo el territorio nacional, generando en zonas como Maracaibo y San Francisco un apagón.

Los problemas con el servicio eléctrico son ocasionados por las recientes lluvias, entendiendo que los transformadores y maquinarias no están en condiciones óptimas para soportarlas y seguir funcionando eficazmente.

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