Hasta
el momento el estado Zulia se erige como
la entidad de mayor afectación por la crisis eléctrica más grave, larga e
incierta de nuestra historia reciente, toda vez que en las horas de
racionamiento, ciertamente no hay luz,
pero el resto del tiempo, tampoco.
Prueba
de ello es la extensión de su programa
de racionamiento eléctrico que al principio se anunció que consistiría en
bloques de seis horas con luz y seis sin el servicio alternados al
día. Esta restricción ha pasado a ser
oficialmente de tres a doce horas sin el servicio.
Pero
a eso hay que agregarle las situaciones imprevistas que incide en el ya
precario suministro de energía. Como el
de este martes, cuando una explosión alumbró el cielo de Sabaneta y provocó
otro apagón masivo en todo Maracaibo
y gran parte del estado Zulia.
Según
el reporte del periodista Lenín Danieri,
dicha explosión fue el verdadero motivo de que el racionamiento en la
entidad se extendiera mucho más de lo previsto, detallando que las sub
estaciones de energía eléctrica
presentan fallas constantes.
Mientras
tanto, el pueblo zuliano sufre un letargo colectivo al ver como su realidad va apagándose
vertiginosamente, junto al cierre de establecimientos industriales y
comerciales, el consecuente desempleo, la caída abrupta de la actividad
económica, así como cualquier otra posibilidad de desarrollo y progreso.
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