Según el expresidente
de la Confederación Venezolana de
Industriales (Conindustria), Juan
Pablo Olalquiaga, el 96 % de las empresas venezolanas paralizó o disminuyó
su producción en el primer trimestre de 2019 debido a los apagones y la escasez de gasolina. Pero la crítica situación
también aplica para el comercio informal ligado a los productos refrigerados.
Ciertamente,
ciudades como Maracaibo no volvió a
ser la misma desde marzo. Pese a sufrir la crisis eléctrica desde diciembre de
2017, la cotidianidad se terminó de esfumar en los últimos tres meses. Todavía
los trabajadores informales tratan de adaptarse, buscando otras formas de
subsistir.
El esquema de racionamiento de 6×6,
aplicado por el Gobierno regional, es la pesadilla de Gustavo Solís, socio de
una panadería. En su negocio llega la electricidad a las 2:00 de la madrugada y
es a esa hora cuando debe levantarse a producir la mercancía que venderá al
mayor y al detal: Son más de 1.000 panes los que debe hacer con la ayuda de
tres trabajadores.
El
comerciante ha tenido que cambiar su estilo de vida totalmente. Los cuatro
terminan su labor cerca de las 7:00 de la mañana, a tan solo una hora que se
vuelva a ir la electricidad.
De allí,
descansar es lo último que hace, pues las diligencias diarias llenan su agenda.
Su día termina “aparentemente” a las 8:00 de la noche, cuando baja la
santamaría y trata de descansar entre calor y zancudos.
Mis amigos
me dicen que parezco un zombie. No tengo descanso pero es lo que tengo que
hacer para no abandonar lo que tanto me costó tener. Aún trato de adaptarme
pero es imposible. Ruego que esta pesadilla termine ya, comenta Gustavo.
Laura,
madre de dos niños pequeños recuerda
su “productivo negocio” con añoranza y lamenta que los apagones la hayan “obligado” a cambiar su rutina comercial.
Considera que es una condena que Maracaibo,
la segunda ciudad más importante del país, siga padeciendo las
consecuencias del deterioro del Sistema
Eléctrico Nacional (SEN) sin miras a una mejora.
Mientras
los marabinos padecen los embates de la interminable
crisis energética, las autoridades siguen sin ofrecer soluciones concretas.
El último anuncio fue hecho por el secretario de Gobierno, Lisandro Cabello, el
pasado 3 de junio, cuando aseguró que desde el SEN procedente del Guri, el
Zulia recibe 900 megavatios «y se
nota la mejoría» en el servicio, aunque aún no se refleja en la realidad.
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