Según datos divulgados por el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP), los apagones
constantes y de larga duración por espacio de meses, han sido determinantes
para agravar otro problema que afecta al país; las severas fallas en el
suministro de agua.
Esto se desprende del más reciente estudio realizado
por esta ONG a través de 6.400 encuestas a hogares en las 10 principales
ciudades del país con un ámbito de 28 municipios del territorio nacional que
capta las opiniones y percepciones de los residentes de las diversas parroquias
sobre los principales servicios básicos y sus repercusiones posteriores` a los
apagones ocurridos en el mes de marzo y abril de 2019.
“Hasta mediados del mes de mayo, fecha en la que
culminamos el proceso de encuestas, 26% de la población indicó no haber
recibido agua en su hogar desde que ocurrió el apagón del 7 de marzo, siendo más grave la situación en Punto Fijo donde el 63% reporta estar
en esta misma condición. Por su parte, Mérida y San Cristóbal reportan que el
acceso al agua corriente no se configura como el principal problema en su
rutina diaria posterior a la pérdida nacional del servicio de energía eléctrica”,
informó Julio Cubas, presidente del OVSP.
Para Cubas, “mientras una cuarta parte de la población
ha recibido agua contínua desde el último
apagón, un 24% no ha recibido el servicio ni una sola vez desde entonces, un
26% la recibe de forma racionada varias veces a la semana y el resto tiene
racionamientos más severos que van desde sólo una vez a la semana hasta
sólo una vez al mes”.
El documento también precisó las diferencias
regionales en relación a las dificultades enfrentadas como consecuencia de los apagones, así como los insumos con que contaban
los ciudadanos de distintas ciudades para enfrentar una situación como la
ocurrida, no obstante la falta del suministro de agua se mantiene como uno
de los mayores problemas que sigue teniendo consecuencias en la rutina de los
venezolanos.
A pesar de la falta de continuidad en la frecuencia
con la que se recibe el agua corriente, sólo el 56% de los encuestados dice que sí está en algún tipo de esquema
de racionamiento preventivo en su hogar, por lo que más allá de las
consecuencias que pueda tener la pérdida de energía eléctrica sobre la
distribución de agua, las personas siguen tomando medidas para no quedarse sin
este recurso en sus hogares.
“La ciudad – explicó- cuyos habitantes indican estar experimentando
en mayor proporción un esquema de racionamiento del servicio de agua es Barcelona con 66% de los mismos, seguida de
Maracaibo y Porlamar con 64% ambas, a diferencia de Ciudad Bolívar y Mérida
donde se indica estar bajo racionamiento el 39% y 45% de los casos
respectivamente”.
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