Año escolar cerró en el Zulia con oscuro resultado

Aunque la debacle eléctrica afecta a todo el país, no es menos cierto que en el estado Zulia las consecuencias se han manifestado con mayor rigor. De ahí que estén cerrando un año escolar que pasará como uno de los más oscuros y precarios de su historia.

Según los reportes de prensa, las instituciones educativas de Maracaibo sufrieron apagones nacionales y locales, así como racionamientos que pudieron superar las 6 horas del plan, golpeando el quehacer educacional por varias semanas, especialmente a partir de marzo.

Este plan de racionamiento del servicio eléctrico, posterior a los megapagones, obligó a reducir las horas laborales en las escuelas públicas y privadas de cinco horas a solo tres, o de 5 días de clases a la semana, solo se ejecutaban 3 días. Todo esto en detrimento de una educación que debe ser impartida en el tiempo adecuado y según cronograma diseñado en función de optimizar las condiciones que faciliten el proceso enseñanza-aprendizaje.

Según un balance general realizado por el Sindicato Venezolano de Maestros (SVM) en centros educativos del país, en este año escolar que acaba de finalizar, los estudiantes del turno de la mañana solo recibieron 71 días de clases, cuando la ley establece 200 días para el calendario escolar, mientras que el turno de la tarde fue de 56 días, lo cual representa “más del 30% de inasistencia”.

En Maracaibo, las instituciones tuvieron que minimizar los efectos de la crisis con estrategias diversas para sacar adelante los contenidos programáticos en un tiempo récord que requirió, en muchos casos, de la disposición de maestros, estudiantes, padres, y personal administrativo y obrero, para laborar sin las condiciones básicas.

De los planteles consultados, la mayoría indicó problemas como imposibilidad de cumplir con los objetivos, pocas horas de clase en condiciones inaceptables, deserción tanto de alumnos como de maestros, motivado entre otras cosas a una crisis eléctrica que afectó a otros servicios básicos como el agua.

La escuela básica nacional bolivariana Cristóbal Mendoza, comenzó el año con 560 estudiantes aproximadamente, pero culminaron con 542, afirmó Ledys Torres, su subdirectora, quien indicó que a pesar de todo, “el compromiso del personal” del colegio permitió seguir adelante para no detener las clases.

A pesar de un año escolar "golpeado", la EBNB Cristóbal Mendoza lo culminó "con éxito", según su subdirectora.

En el colegio Nuestra Señora de la Mercedes, “a partir de marzo las clases fueron muy golpeadas, aunque no cerramos. No obstante, hubo alta inasistencia por la falta de agua, electricidad y transporte”, refirió Mariela Montiel, directora.

Este plantel inició el período escolar con 339 estudiantes y en los últimos meses se retiraron 20. Siete casos nunca regresaron a la institución y al menos uno de cada grado ha desertado. Para el nuevo período se incorporaron solo dos menores.

Con los apagones y los bajones hubo dificultades. Se dañaron varios aires acondicionados. Ha fallado mucho el agua y eso nos obligó a comprarla en cisternas”, sostuvo el padre José Severeyn, director del colegio Santa María Goretti, ubicado en la parroquia Bolívar.

“Hubo semanas en las que las clases culminaban a las 10:00 de la mañana”, prosiguió eleducador, como una situación de contingencia, en vista de que los cortes eléctricos tocaban en la mañana interrumpiendo la jornada escolar.

La gran comunidad educativa del estado Zulia elevan su voz de protesta contra la jefe de la Zona Educativa y la Secretaria Bolivariana de Educación, profesora Damelis Chávez, así como autoridades regionales de Corpoelec a fin de que se responsabilicen por un año escolar catalogado como lamentable. El llamado es a que se ocupen desde ya para que en el próximo año escolar sean superadas todas estas fallas.

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