Lejos
de ser una presunción sin fundamento, o quizás una rémora de las preocupaciones
suscitadas a raíz de los megapagones
que mantuvieron por días a la ciudad capital sin luz, los caraqueños que
diariamente sufren interrupciones y
altibajos en el suministro eléctrico temen que en cualquier momento revivan
situaciones incómodas y peligrosas producto de otro apagón general.
Prueba
de ello es que numerosos sectores de varios municipios capitalinos se mantienen
sin luz durante horas diariamente,
aun cuando no estaba previsto en el cronograma de racionamiento presentado por Corpoelec.
Baruta,
El Hatillo y algunas zonas de Libertador como Coche y San Martín han sufrido
los rigores de la falta de luz desde
hace varias semanas. En este contexto,
casi 90% de los 4.000 MW de capacidad instalada termoeléctrica en los estados
Miranda y Vargas, que constituyen su principal oferta de energía para Caracas,
está inservible, afirman fuentes del Sistema
Eléctrico Nacional.
Para
el consultor internacional y conocedor del sistema eléctrico nacional, José Aguilar, la situación empeoró la
última semana y los reportes diarios de los usuarios así lo confirman.
La
razón está en que la Gran Caracas
cuenta actualmente solo con 450 MW generados por siete unidades operativas, de
las 33 de generación térmica de las que dispone, lo cual es insuficiente para
la disminuida actividad hogareña, comercial e industrial.
De
esas 33 unidades termoeléctricas,
Miranda posee 22, con una capacidad instalada de 1.990 MW. Siete de esas corresponden al Complejo
Generador Termoeléctrico La Raisa, ubicada en Charallave; cinco en la Planta
India Urquía, en Santa Lucía del Tuy; cinco en la Planta José María España, en
San Antonio de los Altos; cuatro en la Planta Termoeléctrica de Guarenas; y una
unidad en La Mariposa, en Las Mayas. Sin embargo, solo cinco del total
funcionan.
La
Planta India Urquía –la más
importante de todas- ha mermado su capacidad de generación de 260 MW a 60 MW.
“La pérdida de 200 MW expone mucho al sistema
eléctrico nacional y lo que ocurre ahora es que Caracas que antes se defendía con la termoelectricidad, ahora
dependiendo aún del Guri, se
encuentra en riesgo”, precisa Aguilar.
Las
cuatro plantas de Guarenas y la de La
Mariposa están inservibles. ”La primera está paralizada desde 2016. El
costo de esa planta fue de 267 millones de dólares pero nunca ha servido”,
advierte.
La
situación de las plantas termoeléctricas en La Guaira es similar. De las 11 con 2.000 MW instalados y que
componen cinco unidades de Tacoa, cuatro en la de Picure y dos en
Barcazas-Bahía de Tacoa, únicamente tres están operativas y generan poco más de
100 MW.
“Por eso tenemos las fallas consistentes en
la Gran Caracas”, señala Aguilar, quien asegura que en las últimas semanas
las unidades de la capital han sucumbido a la falta de mantenimiento, a pesar
de haberse destinado más de 5 millardos de dólares en los últimos años, para el
funcionamiento.
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