Para el experto eléctrico, Ing. Víctor Poleo, Caracas no escapará del colapso eléctrico que sufre el interior
de Venezuela, ya que lo que estamos viviendo es un racionamiento velado inevitable debido a que hay un déficit de la mitad de la oferta
eléctrica.
Poleo aseveró que el magnífico
Sistema Interconectado Nacional que
tuvimos hasta inicios del siglo XXI “Fue destruido intencionalmente por Alí
Rodríguez Araque, Rafael Ramírez y La Habana-Miraflores”.
A su modo de ver, la intención
fue de doble vertiente: despilfarro y
corrupción, por un parte; asfixia de
la Sociedad y de la Economía, por la otra.
La crisis eléctrica engatillada desde 2005 – señaló Poleo- dio lugar a
considerables asignaciones financieras para la compra de equipamiento de
generación que estimamos en $60.000
millones y de las cuales al menos $1 de cada $2 fueron sobrefacturaciones.
Una larga y variada lista de proyectos fallidos, improvisados y no supervisados
que dieron lugar a este precario sistema
eléctrico nacional.
Entre los casos están Derwick,
Nervis Villalobos-Javier Alvarado, parques eólicos y solares, bombillos
“ahorradores” pero neurotóxicos, generación distribuida, Termozulias, Bachaquero-Tamare,
Planta Sucre, y la inconclusa hidroeléctrica Tocoma en el rio Caroní, que
costaba $3.000 millones al inicio y que a la fecha va por $15.000 millones,
según el informe de la Comisión de
Contraloría de la Asamblea Nacional, de septiembre de 2017. En ese proyecto
de Tocoma participaron las contratistas Odebrecht
(Lula-Rouseff) en obras civiles y la argentina Impsa (Kirchners), fabricantes de 10 turbinas Kaplan de las cuales
apenas se entregaron tres y no se instalaron.
La segunda vertiente es de
naturaleza política: sin electricidad no hay bienestar ni actividad económica.
Venezuela está hoy sumida en desmovilización política, sumida en domesticación
progresiva. Las actividades de producción están venidas a menos: de un producto interno bruto de $350.000
millones en 2005 a $120.000 millones o menos en 2018.
La electricidad es una rendija
para entender la sociedad y la economía: la
demanda eléctrica se ubica hoy en 12.000 megavatios (debió ser de 27.000 MW
según proyecciones de Edelca en 2001) pero
la oferta es de apenas 6.000 MW: de allí los racionamientos eléctricos
actuales, pero crecientes durante los últimos 15 años. Hoy faltan 5 MW de cada
10 MW demandados, la mitad.
Para
Víctor Poleo el problema eléctrico no
está superado. Piensa que debe ocurrir un cambio político seguido de conocimientos y ética en la conducción
del Sistema Eléctrico.
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