Tras la falla eléctrica registrada el pasado
fin de semana en el Complejo Refinador
Paraguaná (CRP), se dejó de producir al menos 150 mil barriles diarios de gasolina, así lo dio a conocer el
Secretario General de la Federación Unitaria de Trabajadores de Petróleos de
Venezuela, Iván Freites.
El
dirigente sindical advirtió que “en estos momentos es imposible recuperar la industria petrolera nacional”, puntualizando
además que “arrancar una refinería con la situación que estamos viviendo en las
instalaciones de la planta es grave”.
Explicó
que se necesitan más de 25 mil
trabajadores profesionales para llevar la producción a los niveles que
había en el año 1998, algo difícil de lograr en la actualidad, tomando en
cuenta que la última semana, más de
cincuenta trabajadores de las plantas Amuay y Cardón han renunciado debido
a que consideran que no existen las
condiciones mínimas de seguridad industrial e higiene para llevar a cabo
sus labores en ambas plantas.
Indicó que
“en vista de que están paralizadas todas las plantas productoras de gasolina,
dependemos de las importaciones para abastecernos de combustible”.
Sobre esta
consecuencia de un sistema eléctrico
sumamente frágil e inseguro, el presidente de la Asociación Venezolana de
Energía Eléctrica, Mecánica y Profesiones afines, Winston Cabas explicó que lo ocurrido en las plantas de Amuay y
Cardón demuestra la crisis y la
vulnerabilidad del sistema eléctrico nacional.
Precisó
que actualmente solo se están
distribuyendo unos 6 mil quinientos megavatios para cubrir la demanda en el
interior del país.
Cabas
advirtió que cualquier perturbación, relámpagos o descargas atmosféricas que
ocurran a 15 o 20 metros de distancia de las líneas de transmisión pueden inducir una sobretensión que al llegar a las
estaciones de distribución corre el riesgo de repetir lo vivido en el mes de
marzo, como lo fue el apagón nacional.
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