La hermosa y
turística entidad merideña está pasando un mal momento debido a la crisis eléctrica que afecta a todo el
país. Desde hace tiempo vienen reportando una serie de interrupciones prolongadas de energía eléctrica, así como constantes
fluctuaciones de voltaje que han empeorado desde el primer apagón nacional
ocurrido el pasado 7 de marzo.
Vecinos de
algunos sectores reportaron haber estado
entre siete y doce horas diarias sin electricidad, sumando todos los cortes
que se producen sin cronograma ni horario preestablecido. Los usuarios también
denunciaron que, previo a los cortes, han aumentado los bajones de voltaje que arruinan
los electrodomésticos y bombillos.
Más allá de
los inconvenientes que puede ocasionar a las actividades productivas de la
región, sobre todo en época de vacaciones,
se suma su incidencia en otros servicios de primer orden como la telefonía móvil e Internet.
Hacer una
llamada a través de telefonía fija o móvil es cada vez más difícil en Mérida.
Del mismo modo, la conexión a través de
internet es cada vez más deficiente. En algunos sectores de la capital del
estado usuarios del servicio ABA reportaron haber estado más de 15 horas sin conexión entre el 15 y el 16 de julio.
Muchos de los
pequeños establecimientos comerciales de la ciudad no cuentan con planta eléctrica, y quienes sí la
tienen, reportan que en muchas ocasiones de nada les sirve si el servicio de
telecomunicaciones está caído, debido a que no funcionan los puntos de venta.
Según los
merideños, esta situación empeora en otros municipios de la entidad. Ningún
ente oficial encargado de los referidos servicios ha informado sobre los
motivos de estas fallas.
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