Los
pobladores de la región Sur del Lago
del estado Zulia vivieron un mes de julio
oscuro y precario al registrarse fallas
regionales y explosión de equipos en
las plantas de Santa Bárbara de Zulia y de Casigua El Cubo, eso sin contar
con el rudo cronograma de racionamiento
del suministro que mantiene prácticamente paralizada la región.
El 6 de julio
se produjeron fallas en las líneas
de plantas en La Fría, estado Táchira, El Vigía, estado Mérida, y en los Llanos
dejaron a oscuras a los poblados de los cinco
municipios zulianos.
El 8 de julio
seguían los cortes que duraron 29 horas.
Los habitantes del sector Paraíso reportaron la quema de un interruptor en
planta Santa Bárbara, municipio Colón. El interruptor que abastece a la planta
San Carlos no fue sustituido, fue transferido a otro disponible, aseguró un
informante que accedió a la estatal eléctrica.
Desde ese día
hubo cortes no programados y se
intensificaron los bajones y subidas de tensión eléctrica a toda hora. Los
racionamientos eran de hasta tres horas. Los más afectados son los habitantes
de los municipios Catatumbo y Jesús María Semprúm. Allí pasaron esos días hasta
20 horas sin servicio.
El 22 de
julio ocurre el megapagón y sus efectos
indeseables: neveras vacías, falta de agua, y fallas en el resto de los
servicios.
El 26 de
julio se apaga planta Casigua. Un
circuito del municipio Semprún permaneció sin luz 96 horas. Allí se quemaron dos tendidos de alta tensión
de 130.000 voltios. Trabajadores recuperaron parte del sistema, pero no en su
totalidad los equipos de protección del circuito Catatumbo. Se surten del
circuito Valderrama.
El 31 de
julio siguen los cortes, por dos y tres
horas diarias. “¿Cuándo piensan estabilizar el servicio?, se pierde la
cuenta de los bajones”, se quejó Rafael Peña, residente de Casigua El Cubo,
zona fronteriza, limitada además en los servicios de telefonía móvil y fija,
incluyendo el de datos e internet, a causa de las fallas eléctricas.
A esta
situación tan dramática se sumó la
muerte de Alexis Bernal, el domingo 28 de julio. El trabajador de Corpoelec-Colón recibió una descarga en la planta
averiada. Colaboraba para restablecer la electricidad.
Julio estuvo
caracterizado por la inestabilidad
eléctrica y “esto no parece mejorar, cada día todo empeora”, expresó Mayra
Boscán, quien se quejó porque falla el programa de racionamiento. “Anuncian las
horas y el circuito y siempre la quitan donde no corresponde”, acotó.
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