La explotación de oro sin control en la
región central de Venezuela amenaza la
fuente del 70 por ciento de la electricidad del país, en momentos en los
cuales el sistema ya está sobre exigido y los apagones son frecuentes, expertos
en medio ambiente y minería explicaron a Diálogo.
A la amenaza
para la flora y la fauna de la región debido al mercurio y el cianuro
utilizados en la minería de oro del Arco Minero del Orinoco –un área que
representa el 12 por ciento del territorio venezolano y que abarca la región
norte de los estados de Bolívar y de Amazonas, al sur del río Orinoco– se suma
un riesgo directo sobre la generación
eléctrica.
El ex
presidente de Venezuela Hugo Chávez decretó una emergencia eléctrica en 2008
–que continúa una década después– debido a varias causas, así como una
prolongada sequía que ocasionó que el agua en la represa de Guri alcanzara
niveles bajos, indicó el gobierno en la época.
Sin bien se
tomaron diversas medidas para superar la crisis, como la implementación de un
programa de racionamiento eléctrico, el
problema continuó debido a la falta de seguimiento a los proyectos de
ampliación del sistema eléctrico, la falta de mantenimiento de las turbinas de
Guri y la escasa presencia de profesionales, afirma la oposición.
Alexander Luzardo Nava, profesor de la Universidad Central
de Venezuela, ex diputado y experto en
el medio ambiente, advirtió en 2016, cuando Maduro creó el Arco Minero, que
la actividad minera en la zona provocaría
una reducción del caudal del río Caroní, del cual depende el Guri, y que
las actividades mineras que incluyen la deforestación incrementarían los
procesos de sedimentación.
Un ex
comandante militar que se desempeñó en el área y pidió no ser nombrado por
razones de seguridad confirmó las predicciones de Luzardo: El sedimento
originado en explotaciones mineras río arriba termina entrando al Guri. “Hay riesgo de que estos sedimentos dañen
las turbinas”, dijo el ex militar.
Para Mónica Martiz Lizama, presidente del grupo de estudio Venezuela Minera,
quien ha escrito extensivamente sobre el oro y el Arco Minero, los sedimentos
no serían lo peor que le puede pasar al embalse venezolano, uno de los más
grandes del mundo.
“Ahora me dicen que los de Maduro están
hablando de explotar la minería de oro dentro del Guri. Eso sí sería fatal para
el embalse”, dijo la experta.
Además del
riesgo para el Guri, Martiz dice que los proyectos en el Arco Minero causan muchos daños ambientales. “Es
una rapiña minera y una explotación irracional”, dice la experta.
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