Crisis eléctrica lleva saldo lamentable de venezolanos electrocutados


Una de las consecuencias más lamentables que sigue capitalizando esta crisis eléctrica que azota sin piedad a todo el país, es la muerte trágica de tantos venezolanos electrocutados en diversos accidentes.

A lo largo de los últimos meses se han reportado numerosos decesos relacionados con apagones, estallidos de instalaciones, corto circuitos, equipos en mal estado, robo de cables y acometidas precarias que en menor o mayor medida están asociados con la falta de mantenimiento, recursos y mano de obra especializada que atienda el sistema eléctrico nacional.

Este 13 de agosto, Gabriel Esteban León, de 45 años, falleció al recibir una descarga eléctrica en el municipio Cabimas, en la Costa Oriental del Lago. Se conoció que la víctima era electricista particular y estaba realizando una conexión en el sector Las Cabillas.

Eunice Josefina Márquez Gómez, dirigente social, perdió la vida el 5 de agosto después de desconectar un aire acondicionado sin percatarse que estaba descalza en momentos cuando ocurría un estallido del poste de luz frente a su casa. En ese momento hubo un contacto entre las guayas y al sacar el conector del enchufe, la mujer se electrocutó. El hecho ocurrió en la Avenida Guzmán Blanco de Soledad, estado Anzoátegui.

Alexis Bernal, trabajador de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), murió el 28 de julio tras recibir una fulminante descarga eléctrica mientras realizaba su labor, en la zona Sur del Lago. Bernal se encontraba en el poblado de Casigua El Cubo para prestar apoyo durante el operativo que realizaban ese fin de semana.

Leonardo Moreno, de 16 años de edad, murió electrocutado luego de pisar una guaya de alta tensión cuando buscaba agua en la noche del 4 de julio. El lamentable incidente sucedió en la carretera vieja Charallave-Ocumare, Valles del Tuy, estado Miranda.

Carlos Julio González murió electrocutado, el 6 de mayo, luego de que un cable de alta tensión cayera sobre varias residencias en Ciudad Bolívar. González, trabajador de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), se encontraba recostado en una de las cercas cuando recibió la descarga de una de las guayas que hizo conexión con el material. Se desprendió una línea 13.8 KV de alto voltaje que cayó aproximadamente sobre 12 viviendas y se generaron incendios.

El 29 de abril, un niño de 10 años se electrocutó en una subestación eléctrica de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en Ciudad Ojeda, estado Zulia. El menor de edad estaba acompañado por otros dos jóvenes, estaban cazando iguanas, cuando la víctima trepó las paredes de la subestación y se acercó a uno de sus cables, perdió el equilibrio y se trató de agarrar de los cables, minutos antes que ocurriera la descarga.

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