Habitantes de
los 20 municipios del estado Trujillo
reportan molestia, frustración e incertidumbre por la vida que llevan sin
electricidad hasta dos veces al día.
Ni siquiera
pueden tomar previsiones, ya que Corpoelec
no informa al público sobre los cronogramas, sí es que los hay, así que solo
pueden adivinar los horarios de los cortes con una duración de dos a tres horas
cada uno. En consecuencia, pasan hasta
seis horas diarias sin energía.
Una de las
consecuencias más lamentables es la cantidad de artefactos eléctricos que se les han dañado a los humildes
pobladores del estado Trujillo. Ninguna
autoridad regional, ni Corpoelec se han pronunciado para comprometerse a
asumir los gastos de reparación o reposición de los electrodomésticos.
“Yo vivo en
Santa Inés, que queda en el Eje Vial Valera-Trujillo. Paso hasta seis horas sin
luz. Se va en el día y en la noche. Además están los fuertes bajones, que me han quemado una computadora y un
televisor”, comentó María Lozada, habitante de esa comunidad del municipio
San Rafael de Carvajal.
“Vivo en Sara
Linda, vía Isnotú, y allá la luz se va dos veces al día, en la tarde y en la
madrugada. Lo peor no es eso, sino los bajones que queman bombillos. Yo por lo
menos perdí una licuadora”, expresó
Alirio Calles.
José Segovia,
técnico de electrodomésticos con 23 años de servicio, explicó que los objetos
más sensibles son los microondas, las
neveras, licuadoras y televisores. “De cada tres equipos de microondas que
me traen, dos son por las subidas de voltaje. Antes preferían comprar uno
nuevo, pero ahora eso cuesta hasta cuatro veces el precio de la reparación”,
comentó Segovia.
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