Si el régimen
madurista se había cuidado de que la crisis
eléctrica no afectara la Gran
Caracas como región de mayor población y como centro del poder, el
deterioro creciente e indetenible del sistema
eléctrico nacional está complicando seriamente la cotidianidad de los
caraqueños.
De hecho,
varios sectores del este de la ciudad mantienen un racionamiento eléctrico no declarado, sin contar con las múltiples fallas e intermitencias que
se producen diariamente afectando el funcionamiento de otros servicios como el Metro de Caracas, el agua, telefonía móvil,
las gasolineras y las conexiones para los puntos de pago.
En opinión
del ingeniero eléctrico Miguel Lara
la situación en Caracas es
similar a lo que acontece en todas las otras grandes ciudades del país, donde
la infraestructura eléctrica, por abandono y abuso, ya alcanzó un nivel de
deterioro que no permite dar un servicio con un mínimo de confiabilidad, y
agrega que el daño del sistema eléctrico no excluye a Tacoa sino que más bien afecta a todas las líneas y subestaciones
de transmisión y distribución de electricidad de la región capital.
Según el
experto, esto pudo evitarse si la central termoeléctrica Ricardo Zuloaga, mejor
conocida como Tacoa, fuese recuperada, ya que le "daría un equilibrio
total a la capital".
Para Lara es
lógico inferir que si no hay un cambio
político en el país el sistema eléctrico continuará deteriorándose y la
sociedad venezolana tendrá cada día un peor servicio eléctrico.
El ingeniero
eléctrico asegura que para recuperar y restablecer el sistema eléctrico se
requieren al menos 15 mil millones de
dólares, siendo la prioridad rescatar y recuperar las 64 unidades en las
centrales hidroeléctricas del país.
Advirtió que
estas acciones son más económicas y las más rápidas porque recuerda que "a
medida que avance el tiempo, la recuperación y los montos de dinero que se
requieren aumentarán. Es urgente que salgan de los que generaron este
desastre", expresó.
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