Mientras la
gobernadora del estado Lara, Carmen Meléndez celebra por adelantado la promesa
de acabar con el racionamiento eléctrico en su jurisdicción, los comerciantes
del mercado mayorista de Barquisimeto
(Mercabar) llevan dos meses trabajando
con plantas eléctricas.
Parte de este
caos lo ocasionó la explosión de un
transformador en las adyacencias del mercado, y a pesar de lo céntrico y
necesario de esta instalación para el acopio, comercialización y distribución
de alimentos a la región centro-occidental del país, aún no se han dignado a
resolver las autoridades de Corpoelec-
Lara.
Comerciantes
del lugar señalaron además que para sobrevivir y continuar prestando servicio,
han tenido que adquirir plantas
generadoras de energía y habilitarlas desde las 8:00 a.m. hasta las 3:00
p.m. aproximadamente.
Esta
precariedad se suma a la cantidad de problemas
colaterales que atraviesa Mercabar, como la falta de telefonía e Internet,
la escasez de agua, la inseguridad (robo y extorsión de comerciantes) y la
falta de higiene.
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