A juicio del
exviceministro Víctor Poleo, la solicitud
de un préstamo extra al Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) para atender la crisis eléctrica,
es un crédito corriente que encubre
intereses políticos y no humanitarios.
«Si hubiese
una genuina intención de la clase política venezolana de resolver el problema
eléctrico, se tendría que disolver
Corpoelec y llevarla a cuando existían las empresas regionales privadas»,
explicó el exfuncionario.
Según su
punto de vista, la propuesta esconde «intereses político-institucionales, en
vez de presentar una verdadera solución a la crisis eléctrica. Por el
contrario, «terminaremos con una
Corpoelec mordida por muchos actores: Grupo de Boston, CAF. Es decir, se
terminarán quedándose con la generación de energía en el país».
Poleo
sostiene que el parlamento debería
dedicarse a identificar a los causantes de estafas al Sistema Eléctrico
Nacional (SEN), misión que vinculó con la salida de Nicolás Maduro del
poder en Venezuela.
En septiembre
de 2018, la Fiscalía de Andorra produjo un auto de procesamiento contra Rafael Ramírez, Nervis Villalobos y Diego
Salazar, entre otros.
Villalobos es
acusado por el cobro de comisiones
millonarias y sobornos para conseguir a empresas extranjeras licitaciones y
contratos con Pdvsa, dinero que más tarde sería blanqueado en una cuenta en el
Principado de Andorra.
Poleo también
puso como ejemplo el caso de la Represa
de Tocoma, un plan al que tanto la
CAF como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobaron, cada uno,
líneas de crédito por cerca de 1.500 millones de dólares en 2010, pese a que
por la mala gerencia de Odebrecht, la obras «estaban destinadas al fracaso». «Así también lo está este proyecto del Grupo
de Bostón», resaltó.
«Aquí están confrontados los intereses de una nación
con los de una clase política. Nosotros terminaremos pagando la deuda con
la CAF, como la de Tocoma. 3.000 millones dólares para un proyecto que no se
completó», se lamentó.
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