La aplicación de este presupuesto en el sistema eléctrico nacional podría demorar hasta cinco años
El déficit de
energía eléctrica está lejos de
solucionarse en Venezuela por la sencilla razón de que aún no se ha emprendido
un programa integral de rehabilitación y operatividad a la medida de los
requerimientos del país.
La prensa local
presentó en días pasados un análisis
donde expertos estiman por lo menos 15.000 millones de dólares en cinco años para
recuperar y restablecer el sistema eléctrico nacional, tomando en cuenta
que con una inversión inicial de 4.000 millones en dos años sería suficiente para acondicionar el sistema.
El reporte
puntualiza en que el problema del sistema eléctrico del país se localiza tanto en generación como en transmisión,
con un denominador común que es la falta de mantenimiento. Se estima que de
la capacidad total de generación que tiene el país, solo está operativo poco más
del 40% en su mayor parte por la generación del Guri. Pero como no hay compensación con la generación prevista
para el resto del país, el sistema se torna susceptible de fallas por la inducción capacitiva en sus líneas de transmisión de alta tensión.
Entretanto, más
de la mitad de la capacidad de generación termoeléctrica está fuera de
producción.
En la Gran
Caracas, está la Planta India Urquía con una capacidad de 1.080 MW instalados,
pero solo genera entre 500 y 550 MW; la Planta La Raisa, con capacidad de 450
MW instalados, pero en realidad llega
solo a entre 80 a 100 MW; Tacoa y ampliación Tacoa, con 1.300 MW de capacidad
instalada pero solo genera 100 MW; Barcazas en Vargas: Rufina, 180 MW y está
fuera de servicio; y Margarita, 180 MW y genera 60 MW, de acuerdo con
información aportada por el ingeniero Winston Cabas, presidente de la
Asociación Venezolana de Ingenieros Eléctricos, Mecánicos y Profesiones Afines
(Aviem).
En el centro,
Planta Centro, con 5 unidades en su
diseño original, con capacidad para producir 2.600 MW. Hoy están todas fuera de
servicio. En marzo de 2016, fue sincronizada por primera vez la unidad 6, a
través de un convenio de cooperación entre el gobierno y la empresa China
Machinery Engineering Corporation (CMEC). Su capacidad es de 600 MW y hoy
genera aproximadamente 300 MW. Con el aporte de plantas pequeñas, el estado
Carabobo produce entre 500 y 600 MW, de acuerdo con balance elaborado por Juan
Polanco, directivo de Fetraelec Carabobo.
En el Zulia, de
las plantas térmicas operativas, Termozulia
cuenta con una capacidad instalada de 1.300 megavatios (MW) pero solo están
disponibles 290 MW; la planta Rafael Urdaneta posee 270 MW y genera 40; Bajo
Grande tiene 90 MW e inyecta 31; y Guaicaipuro, de 54 MW proporciona solo 18
MW, precisa la presidenta de la Comisión de Servicios de la Asamblea Nacional,
diputada Nora Bracho. Mientras tanto, las siete plantas restantes están
totalmente fuera de servicio, advierte. Son ellas, Ramón Laguna, con capacidad
instalada de 860 MW, San Timoteo con 100 MW, San Lorenzo 70 MW, Casima 76,
Antonio Nicolás Briceño 86, Santa Bárbara 37, Parque Eólico La Guajira 25 MW.
Las once máquinas alcanzan una capacidad de 2.768 MW, pero apenas están
disponibles 379 MW, es decir, 13,69%; en otras palabras, 86,31% están
inoperativas.
Con este panorama
presentado en detalle, es fácil suponer que la falla ocurrida el pasado 7 de marzo apenas asomaba un sistema está
sumamente frágil y susceptible de fallas masivas como la que ocurrió
posteriormente el 25 de marzo y otro más el 9 de abril, lo que confirma el
cuadro de debilidad del sistema.
Por toda
respuesta, la verdadera solución está en
invertir para fortalecer la generación, transmisión y distribución, bajo un
programa racional de supervisión y control donde se retome la cultura del
mantenimiento.
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